viernes, 15 de marzo de 2019

Periodo Mesolítico (10000 a.C. - 4000 a.C.)


Ahora nos trasladamos al periodo mesolítico. Los inicios de este periodo coinciden con el final de la época glacial, lo cual influye decisivamente en el arte de la época: el ser humano ahora domina la agricultura por lo cual la figura humana es pintada con mayor frecuencia. 




Arte parietal de la escuela levantina

Esto se aprecia en el arte parietal de la escuela levantina, la cual se sitúa entre el año 10,000 y el 8,000 a.C. Notamos que las figuras humanas tienen cuerpos largos y delgados. Las figuras femeninas presentan caderas bastante anchas y busto remarcado con respecto a sus reducidas cinturas. La composición con la cual fueron pintadas sugiere que están interactuando unas con las otras, nos hace pensar que estos son los primeros indicios de la formación de pequeñas comunidades. Por otro lado la siguiente pintura donde se representa el acto de la cacería, las distintas posiciones tanto de animales como del humano dan la sensación de dinamismo, como si los cazadores estuviesen saltando alrededor del lugar a fin de acercarse y alejarse de las bestias frente a ellos.

Como consecuencia de los primeros asentamientos y la reducción de los viajes, la creación se estatuillas se cree fue menor. Aun así se han encontrado esculturas muy estilizadas de bulto redondo y otros artefactos decorados con dibujos geométricos. Y aunque la cerámica no se desarrolla plenamente hasta el Neolítico, esta es una de las artes que  destaca durante el Mesólitico con fines principalmente utilitarios y una decoración simple con trazos geométricos rojos.

La mayoría de la pintura mesolítica emplea un solo color, el rojo. Se trata de una pintura abstracta, principalmente signos geométricos, sobre paredes u objetos pequeños como piedras pulidas, conchas o dientes. 



Cueva de las manos

Uno de los ejemplos más destacados del uso de tonos rojos son las pinturas encontradas en la cueva de las manos, ubicadas en América, Buenos Aires. Las manos no fueron pintadas sobre la roca sino estarcidas sobre la piedra, similar a un aerógrafo. Esto significa que aquellos antiguos habitantes apoyaban la palma de la mano sobre el techo o pared de la cueva y luego la cubrían de pintura.

Su interés radica en la belleza de las pinturas rupestres, así como en su gran antigüedad: hasta el momento, las inscripciones más antiguas están fechadas el año 7350 a.C. La cueva de las Manos de Buenos Aires pertenece a una serie de sitios arqueológicos americanos, como Monte Verde (Chile), Pedra Furada (Brasil) y Piedra Museo (Argentina), entre otros.

Además de las «manos pintadas» también se encuentran formas como círculos, óvalos y figuras estrelladas, entre muchas más, los cuales coinciden con su preferencia por signos geométricos.

El significado de tales representaciones es actualmente hipotético, aunque se especula que formaría parte de un ritual. También existen impresiones en positivo de las manos (es decir, logradas mediante el apoyo en las paredes de la palma de las manos teñidas con pintura). También es posible que, como parte de una ceremonia o ritual, pintaron las cuevas con las manos dejando constancia de su presencia en el acto. Es interesante observar que la mayoría de las manos pintadas o calcadas son manos izquierdas.





En Nicaragua, encontramos las Huellas de Acahualinca; en 1969 el físico químico Allan Brayan realizó estudios a las huellas con los cuales estima datan al 6000 a.C. Las huellas pertenecen a un grupo nómada constituido por unas 10 a 12 personas y exhiben la presencia del hombre en Nicaragua y América durante el periodo mesolítico.




Dada la forma y profundidad de estas huellas, la hipótesis detrás de éstas es que este grupo, compuesto de nómadas adultos y niños entre 1.2 y 1.5 metros de alturas, se dirigían hacia el lago en busca de agua y alimento. Su conservación ha sido posible gracias a la ceniza volcánica que la cubrió, actuando como aislante entre las impresiones y las sucesivas capas de tierra que recibió hasta su descubrimiento en 1874.

Históricamente el estudio de las culturas prehistóricas del Mesolítico se ha centrado en el análisis de los yacimientos en Europa, sin embargo se han encontrado producciones artísticas mesolíticas a lo largo de varios continentes ahora acompáñanos a conocer  lo más  representativo en algunos continentes de mundo.



·    En Asia, encontramos dentro de cuevas los primeros murales con pinturas rupestres en el mundo, los cuales contienen más de 1.800 figuras que se infiere representan a guerrero con espadas, perros y aves. Estas datan alrededor de 9,000 a.C. Los dibujos, a nuestro parecer, representan figuras humanoides con distintos arreglos para diferenciar su oficio; entre estos también podemos diferenciar a una mujer debido al énfasis en su busto. Como dato curioso, las letras chinas y japonesas se derivan de estos dibujos; estos dibujos fueron transformándose en las letras que emplean hoy comenzando desde un trazo simbólico de un elemento (como el sol, la luna, ríos, herramientas varias, etc.) hasta transformarse en letras de carácter universal.



En África, encontramos grabados y pinturas rupestres descubiertas en el tassili n' ajjer en el desierto del sahara, atribuidas a los grupo nativos, las cuales representan la vida cotidiana y espiritual de esa cultura. Estas datan alrededor del 6,000 a.C. Las pinturas representan el acto de cacería y su aprovechamiento de los relieves de la pared y énfasis de sombras nos da la ilusión de que las dos figuras con arreglos, seguramente con fines shamánicos, se encuentran a mayor altura que los otros elementos de este dibujos, donde pareciera que están acorralando a las bestias.



Y en Oceanía, encontramos las pinturas rupestres de Kimberly. Investigadores por años mantuvieron una teoría que sugiere que las pinturas rupestres de Kimberly, que representan seres misteriosos conocidos como los Wandjina, podrían tener más de 100.000 años de antigüedad. Los nativos de la región llaman a estas extrañas figuras los “wandjinas“, que eran seres celestiales que trajeron la civilización y la prosperidad a la gente. Curiosamente, como muchas otras civilizaciones antiguas en todo el mundo, el símbolo de “wandjinas” era una serpiente emplumada. Las pinturas rupestres representan seres curiosos con sandalias, algo que ha llamado la atención de los investigadores ya que la población indígena de la región estaba descalza. Los seres en las pinturas rupestres también son representados con extraños dedos del pie que varían en número de tres a siete dedos.





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